La Super Bowl no defraudó y un año más ofreció un espectáculo completo que atrapó a millones de espectadores de Estados Unidos frente a la pequeña pantalla. En grupos de amigos o junto a familiares, la tradición marca que hay que reunirse para seguir el partido de fútbol americano, pero también para conocer cuáles serán las novedades en películas y series del año que da comienzo y para comentar los nuevos anuncios de productos de decenas de marcas comerciales. Las marcas, como la cervecera Budweiser, ven en la Super Bowl el escaparate perfecto para anunciar sus nuevas creaciones, como la Bud Light con sabores.
En el spot, el cantante Post Malone entra a una gasolinera dispuesto a comprar una Bud Light, cuando descubre que también está su cerveza favorita pero con nuevos sabores. Es entonces cuando se muestran los pensamientos que cruzan la mente del rapero, que queda fascinado con la bebida, a la que califica de "ligera y refrescante". Dos de sus neuronas comienzan a pelearse sobre qué bebida deberían comprar, controlando el cuerpo del cantante y haciendo que destroce toda la gasolinera. Tumbado en el suelo sobre una cama de bolsas de patatas fritas y ante la mirada atónita del dependiente, Malone decide comprar las dos porque es "increíblemente rico".