Lejos de optar por la provocación o por temáticas arriesgadas, Coca-Cola ha decidido aprovechar su elevado rango de popularidad para clamar por la diversidad en el partido de fútbol americano que ha enfrentado a Los Ángeles Rams con los New England Patriots en la Super Bowl 2019.
A lo largo del spot, la botella de cristal de la bebida carbonatada pasa de mano en mano, de raza en raza, de especie en especie, de oficio en oficio... Además, también expone diferentes orientaciones sexuales y trata de normalizar esta coexistencia con un tono ligero y sin demasiados atrevimientos: "Una Coca-Cola es una Coca-Cola. Es la misma para todos. Puedes conseguir una si quieres, sin importar de dónde vengas. Él bebe Coca-Cola y ella bebe Coca-Cola, aunque no estén de acuerdo."
"Todos tenemos diferentes corazones y manos. Manos que recogen diferentes puntos de vista. ¿No lo ves? Lo diferente es bello. Y estar juntos también lo es," relata el anuncio. Es evidente que el objetivo final y único del spot es responder a la crispación existente en Estados Unidos ante el mandato de Donald Trump como presidente, empleando la animación como recurso para plasmar la imaginación de sus creativos, que en 2019 han firmado uno de sus anuncios más optimistas.