Más allá de las bebidas carbonatadas o espirituosas y las compañías tecnológicas, las marcas de coches son algunas de las principales protagonistas año tras año de los espacios publicitarios de la Super Bowl. En su 53ª edición, el evento deportivo más esperado del año en Estados Unidos acogerá la caracterización de Jason Bateman como una suerte de Botones Sacarino.
El nuevo anuncio de Hyundai confeccionado para su retransmisión durante el encuentro entre Los Ángeles Rams y los New England Patriots es la pieza que recoge esta inesperada aparición. Bateman interpreta al responsable de controlar el ascensor más incómodo, en el que cada uno de sus pasajeros está destinado a una situación comprometida, como una visita al dentista, la citación para ejercer de jurado popular, una mala posición en el avión, la típica conversación entre padre e hijo sobre la pubertad o una cena vegana.
Hasta que dos de los viajeros se tienen que bajar en la planta de "Compra de coches" y se topan con el típico confesionario casposo. En ese momento confiesan que quieren comprar un Hyundai y la situación cambia radicalmente, ya que Bateman les conduce desde las profundidades de la incomodidad hasta lo más alto del Olimpo de su ascensor.