Finalmente, Vladímir Putin ha decidido bombardear Ucrania. En la madrugada del 23 al 24 de febrero, comenzaban a escucharse varias explosiones en Kiev, lo que alertaba a la población de que finalmente Rusia había dado comienzo a la guerra después de las tensiones de las últimas semanas. La primera explosión pillaba por sorpresa a un reportero de CNN, que se encontraba informando en directo de la situación.
El periodista estaba comentando cómo se vivía la situación desde la capital ucraniana cuando ha sido sorprendido por una explosión. Él mismo le aseguraba a los presentadores del noticiero que era la primera vez que se oía algo similar allí. No obstante, el corresponsal guardaba la compostura y seguía informando mientras que su equipo se vestía con el equipo reglamentario para señalar que pertenecían a la prensa.
Segundos después, el periodista de CNN paralizaba su comentario sobre lo que estaba ocurriendo en Kiev para vestirse el chaleco antibalas de prensa y el casco. Desde el plató, le instaban a que se tomara su tiempo y continuara con la retransmisión cuando estuviera perfectamente protegido con el equipo. Una vez que lo había hecho, y pese a tener problemas con el micrófono, continuó explicando lo que sucedía en el lugar.