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Pese al éxito de Little Big y su "Uno", que logró convertirse en la canción más escuchada de la historia del Festival de Eurovisión en su canal de YouTube, la televisión pública rusa (Channel One Russia) no repitió con sus representantes para el Festival de Eurovisión 2020 y optó por dar paso a una preselección sorpresa que se celebró el 8 de marzo con tres apuestas: el dúo #2Mashi con "Bitter Words", la banda de rock Therr Maitz con "Future Is Bright" y Manizha, quién se alzó con la victoria gracias a su "Russian Woman".
Con una base que mezcla el electro y los sonidos más étnicos, Manizha representará a Rusia en el Festival de Eurovisión 2021 rodeada de una gran polémica. La cantante es una activista de los derechos LGTBIQ y embajadora de ACNUR: una luchadora por contra la intolerancia de cualquier tipo. Así se demuestra en sus diferentes canciones, que tratan temas que van desde los derechos de los niños hasta el movimiento "body possitive" para aceptarse tal y como uno es. Además, a eso hay que sumarle que Manizha nació en Tajikistán pero inmigró evitando los estragos de la Guerra Civil. Es por todo ello por lo que no está siendo demasiado apoyada, incluso siendo culpada por las instituciones y medios rusos de "incitar al odio" por el apoyo que da a todos estos movimientos sociales.
El recorrido de Rusia en el Festival de Eurovisión
Desde su debut en 1994, el país del norte de Europa ha conseguido una magnífica trayectoria con una victoria en 2008, gracias a Dima Bilán y su tema "Believe", cuatro segundos puestos en el 2000, 2006, 2012 y 2015, y en cuatro terceras posiciones en 2003, 2007, 2016 y 2019. Un palmarés brillante, fruto apostar por grandes artistas a nivel nacional e internacional como representantes, como Sergey Lazarev o el grupo t.A.T.u.
No obstante, su trayectoria se ha visto siempre envuelta del polémico contexto político del país, tanto por su represión al colectivo LGTBIQ, siendo uno de los grandes públicos objetivos del concurso musical, como por sus discrepancias con Ucrania, que le impidió participar en 2017 cuando seleccionó a Yulia Samóilova, una artista que había actuado en Crimea y que, por ley, no podía acceder al país vecino.
