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'Gran Hermano' innovó en su mecánica con la gala de los poderes, una gala en la que cinco de los once concursantes que quedan en la casa iban a tener un poder que utilizar para darle un giro de 180 grados al concurso. El primero de ellos fue la expulsión fulminante, en la que Edi decidió que Maica fuera eliminada. Sin embargo, como la audiencia tiene la última palabra, hubo que ratificar esa expulsión, que finalmente no se produjo.
Otro poder era el del veto eterno, por lo que Juan eligió a Óscar para que no pudiera volver a nominar. En tercer lugar, estaba la nominación perpetua, que le tocó a Jorge y que lo empleó con Daniela. Además, esta consiguió el poder del Super Big Bro, de modo que en cada nominación podrá salvar a alguien de la lista. Por último, en Manu recayó el poder de la resurrección, que le permitía que un expulsado volviera a ser concursante esa misma noche. El andaluz eligió a Laura.
Sin embargo, esta no era la repesca, ya que los otros seis expulsados todavía tienen una oportunidad de volver gracias al público. Elsa, Maite, Vanessa, Lucía y Silvia se juegan su regreso junto a Ruvens, que resultó ser el último eliminado al perder contra Adrián.
