A mediados del mes de junio, el cantante Pablo Alborán decidía compartir con sus seguidores y el resto de la esfera pública su homosexualidad. El artista confesaba que necesitaba "ser más feliz" y que, aunque gran parte de su entorno ya conocía su orientación sexual, este paso le acercaba un poco más a esa felicidad.
No tardaron en surgir los detractores de esta decisión, que se preguntaban por la necesidad de comunicar públicamente algo tan íntimo como con quién compartes tu sexualidad. Personas, en su mayoría, que nunca han necesitado un referente porque, en su juventud, nunca tuvieron la desagradable sensación de que no encajaban en el molde que les trataban de imponer.
Una de esas personas fue Alejandra Castelló, que confiesa en una nueva página de su diario que, con 16 años, se dio cuenta de que era lesbiana y no le resultó sencillo encontrar referentes que le hiciesen sentir menos sola y más normal. Por ello, la presentadora valora la decisión tomada por Pablo Alborán y otros famosos que se atreven a dar un paso al frente y convertirse en personas en las que puedan inspirarse los miembros del colectivo LGTBI+, que todavía a día de hoy lucha por lograr una igualdad plena en sus derechos.