Las monjas clarisas de Belorado le están haciendo competencia a 'Ni que fuéramos' en lo que a "alternativo" se refiere. Las hermanas se convertían en noticia esta semana tras su encontronazo con la Iglesia Católica, y los colaboradores del programa del Canal Quickie no dudaron en llamar a José Ceacero, el cura que se ha convertido "sin quererlo" en el portavoz de las monjas. "Nosotros somos alternativos, como las monjas clarisas", le decía María Patiño.
La llamada empezó con un enfadado José Ceacero, que se quejaba de la excesiva implicación que estaba teniendo en toda la polémica. "Ni yo soy representante de ellas ni tengo nada que ver con todo esto", les explicaba a los colaboradores. "Tienen departamentos de comunicación y un montón de gente que les baila el agua, pero yo no". Tras esto, la presentadora le preguntaba curiosa: "¿Usted veía 'Sálvame' alguna vez?". "Me suena, pero verlo no lo he visto nunca", respondió. Reconoció que "le sonaba" el nombre de Belén Esteban, quien momentos después le ofrecía una visita a las monjas clarisas para "entenderlas y apoyarlas".
"Acabamos de hacer una encuesta en YouTube y casi el 70% de nuestros seguidores quieren que venga el padre a plató a colaborar con nosotros", decía Kiko Matamoros mientras entraba en plató. El resto de colaboradores animaban también al sacerdote a visitar el programa. "Padre, le hago esta invitación con todo el respeto, para que venga a nuestro Canal Quickie", le rogaba María Patiño. Ante la negativa del padre, Patiño le decía que ellos "no eran como los demás", a lo que José Ceacero respondió: "Yo tampoco quiero ser como el Padre Apeles".
Los colaboradores de 'Ni que fuéramos' intentaron todas las formas posibles para tratar de convencerlo. Belén Esteban incluso le ofreció "una barra para hacer cócteles", pues José Ceacero se dedicaba a ello profesionalmente. "¿Usted podría venir el lunes que viene, por favor se lo pido? Para nosotros sería tan importante", le insistía María Patiño. "Tienen mi teléfono, mándeme un WhatsApp por ahí", les decía Ceacero. "Dígame que lo va a pensar", le suplicaba María Patiño. "Tengo que consultarlo con mis superiores", zanjaba el religioso.