La segunda gala de 'Pesadilla en El Paraíso' vino cargada de juegos de eliminación, trifulcas entre concursantes y también la primera expulsión de la edición. Pipi Estrada se convirtió en el primero en regresar a Madrid tras perder el duelo de eliminación contra Israel Arroyo. De hecho, ambos dos fueron los granjeros que más polémicas protagonizaron en el habitáculo rural.
Sin embargo, hubo una trama con mayor protagonismo que el resto, con el permiso de las lágrimas y enfados de Mónica Hoyos. El acercamiento entre Omar Sánchez y Marina Ruiz culminó con un beso; algo que los seguidores del reality de Fremantle tenían claro que iba a suceder. Eso sí, el camino no fue nada fácil porque hubo muchas lágrimas, miedos e inseguridades de por medio.
Tras la primera fiesta, la andaluza acudió a sus compañeras mientras lloraba porque Omar quiso rozar sus labios en el baño de la habitación donde no hay cámaras. Una jornada después, todo pareció disiparse y ambos granjeros decidieron comunicar que se iban a "dejar llevar". Esta situación nos hace preguntarnos si el exmarido de Anabel Pantoja está jugando con Marina o si, por contra, sus sentimientos son mucho más reales de lo que pudieron llegar a ser por Raquel Lozano.