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La sexta semana de 'MasterChef 11' estuvo marcada por la polémica. Merce ya no puede más y acabó estallando en plató por una fallida broma que le hicieron Camino y Luca. Aunque ella no era su objetivo, sufrió las consecuencias y acabó tan enfadada con ellos que no quiso aceptar su perdón. Esto le pasó factura a lo largo de la semana, pues también fue elegida como una de las concursantes menos querida por sus compañeros.
Todo finalizó con Merce siendo la expulsada, además de Laura, quien se fue en el programa anterior. Sin embargo, también hubo tiempo para las bienvenidas y Claudia consiguió cambiar su delantal negro por uno blanco y convertirse en aspirante de pleno derecho. Otro de los momentos más broncos de la semana lo protagonizó Eneko junto a Ofelia, quien acudió como invitada y lo ayudó durante una prueba. La exaspirante fue capaz de sacar de quicio al exfutbolista, aunque finalmente este fue el mejor valorado.
David también se convirtió en uno de los protagonistas de la noche por sus miedos y sus inseguridades, que le están provocando más de un desliz. En la segunda prueba de eliminación, estaba tan nervioso que necesitó de Carmina Barrios y Jordi Cruz para relajarse y poder presentar su plató.
