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La séptima semana de 'MasterChef 11' nos ha traído la esperada repesca durante la prueba de exteriores. En esta ocasión, el jurado anunciaba que habría dos exaspirantes que volverían a vestir el delantal blanco. Tras una prueba de cocinado en el Monasterio de El Escorial, los jueces elegían a Frank, Carlota, Laura y Marta como las concursantes que habían realizado los mejores platos. De entre ellas, las dos últimas eran las elegidas para volver, curiosamente habiéndose ido Marta el día anterior.
Pero el gran momento de estas dos emisiones llegó con el reto de expulsión del martes. Jotha, al ser considerado el mejor de la prueba por equipos, tenía una importante ventaja: dejar las cosas como estaban o morder la manzana y condenar a todos los delantales blancos a la prueba de eliminación salvo él, además de ser inmune en el siguiente programa. El aspirante no dudó y se lanzó a dar un bocado a la fruta.
Sin embargo, esto fue muy criticado por parte de sus compañeros, quienes lo tacharon de estratega. Álex, Laura, Marta o Luca fueron algunos de los más diuros con él y la decisión de Jotha ayudó a ver otra parte de la personalidad de varios aspirantes. Finalmente, la expulsada fue Laura tras un breve regreso al concurso.